Urkullu pidió anoche a Puigdemont que convoque elecciones para intentar frenar el 155

El presidente catalán, Carles Puigdemont, y el lehendakari, Iñigo Urkullu (d), durante la reunión que han mantenido en el Palau de la Generalitat, para analizar la actual situación política, en su segundo encuentro desde la toma de posesión del mandatario vasco, el pasado mes de noviembre. EFE/Toni Albir
El presidente catalán, Carles Puigdemont, y el lehendakari, Iñigo Urkullu (d), durante la reunión que han mantenido en el Palau de la Generalitat, para analizar la actual situación política, en su segundo encuentro desde la toma de posesión del mandatario vasco, el pasado mes de noviembre. EFE/Toni Albir
Carlos Cuesta

Carles Puigdemont sigue las indicaciones del PNV. El lehendakari Iñigo Urkullu telefoneó ayer por la noche al presidente catalán para pedirle que paralizase la declaración unilateral de independencia y abriese una última puerta a la negociación con el Ejecutivo de Mariano Rajoy. La propuesta consiste en anunciar una convocatoria de elecciones autonómicas antes de que el Senado apruebe la aplicación de las medidas de puesta en marcha del artículo 155 de la Constitución.

La propuesta de la Lehendakaritza, sin embargo, no cuenta con el respaldo de Moncloa. Y así se lo advirtió Urkullu a Puigdemont. De hecho, el Gobierno ha afirmado que eso no es suficiente para frenar el proceso del 155 y que exige un acto de retractación pura de las intenciones separatistas y de todas las medidas ilegales aprobados o impulsadas en los últimos tiempos, tal y como adelantó OKDIARIO.

Urkullu, pese a ello, aconsejó a Puigdemont en esa llamada telefónica que lo hiciera por dos motivos. El primero, porque es posible que la tensión de los últimos momentos y las ganas del Gobierno de evitar situaciones traumáticas le lleve a poder cambiar de opinión en el momento en el que vea la oferta encima de la mesa y proclamada. Especialmente a la vista de la fisura creciente con el PSOE, que abiertamente está reclamando que, en caso de elecciones autonómicas, se frene la aplicación del 155. La segunda, que refuerza el mensaje de «diálogo» de la Generalitat y, por lo tanto, permite vender a la opinión pública que quien ha desatado la intervención ha sido el Gobierno, dentro de una pura campaña política de imagen.

No se trata de la única mediación que ha realizado PNV dentro del proceso de ruptura constitucional. Todo lo contrario: como ha adelantado OKDIARIO, la función de los nacionalistas vascos está siendo amplia y, en especial, para conseguir que el Gobierno suavice su postura y acepte una negociación con los golpistas sin que hagan una renuncia expresa de sus fines y de las normas rupturistas ya emanadas.

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